miércoles, 9 de marzo de 2011

LA FELICIDAD

Nunca estaremos satisfechos de verdad
si buscamos incesantemente la felicidad.

¿Existe la felicidad? Quién no se lo habrá preguntado,
puede que hallar la respuesta esté en nuestras manos.

Hay quien piensa que no puede existir,
y que en este mundo es difícil vivir.

También tenemos a los que afirman y creen,
que solo la poseen los que de todo tienen.

La felicidad cada cual de modo diferente la entiende,
algunos que nada tienen son personas alegres.

Los que mucho tienen, más desean tener,
en este mundo a gusto de todos no puede llover.

Lo que sí está para todos bien confirmado,
lo que a uno le parece bien para otro es malo.

No es mas feliz el que todo lo tiene,
sino el que para vivir menos requiere.

Nos dicen los que más sabios son que no es perenne,
que existe unas veces sí y otras no, del momento depende.

Muchas veces tenemos cerca la felicidad,
solo hace falta comprenderla y no se irá.

Mientras veamos medio vacío el vaso,
para encontrarla no daremos ni un paso.

Todos somos el resultado de lo que pensamos,
si discurrimos en positivo, quizá no suframos.

No dejemos que lo negativo en la mente anide,
el que así se posiciona en la vida, mejor vive.

Cada vez que tengamos un pensamiento rondando,
preguntarnos si es destructivo para desecharlo.

Sobre aquello que el control no está en nuestras manos, 
de nada sirve preocuparse, el sufrimiento es en vano.

Creemos que la gran felicidad lejos se encuentra,
perdiéndonos pequeñas alegrías que están a la vuelta.

Pensemos menos en encontrar la felicidad,
Propongámonos más hacer felices a los demás.

Averiguando y buscando, no será fácil hallarla,
nosotros mismos con tesón debemos crearla.

¿Por qué no empezar a construir aquello que soñamos?,
darle mas sentido a la vida está en nuestras manos.

Lo que tu crees es lo que crearás,
proyecta tus sueños y los construirás.

No nos pongamos obstáculos nosotros mismos
que no sea el miedo el que impida conseguirlo.

Que sean lo suficiente grandes nuestros sueños,
para que no los perdamos mientras vamos tras ellos.

Si ves a un abuelo besar a su nieto, allí se puede hallar,
si ves a una persona cuidando su huerto, allí puede estar.

En cualquier sencillo gesto, casi siempre rondará,
seamos capaces de verla cuando casi la podemos tocar.

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